La Carta Europea del Deporte del Consejo de Europa, define al deporte como "todo tipo de actividades físicas que mediante una participación organizada o de otro tipo, tengan por finalidad la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en competiciones de todos los niveles".
El tratado de Maastrich introduce por primera vez al deporte en su declaración al declarar la "importancia social del deporte a la hora de forjar una identidad y reunir a los pueblos", insta a "los órganos de la Unión Europea a escuchar a las asociaciones deportivas en cuestiones que afecten al deporte" e invita a las instituciones a "brindar atención especial a las características del deporte de aficionados".
Por otro lado el Consejo Europeo de Helsinki de diciembre de 1999 acogió favorablemente el informe elaborado por la Comisión Europea sobre el Modelo Europeo del Deporte en el que, entre otras cosas, se reconoce que el deporte cumple cinco funciones:
El deporte es uno de los ámbitos de actividad que más afectan y acercan a las y los ciudadanos de la Unión Europea, con independencia de su edad y su origen social. Más de la mitad de las y los ciudadanos practican regularmente una actividad deportiva, en alguno de los 700.000 clubes que existen en la Unión o fuera de ellos. Cerca de 2 millones de educadores, monitores y voluntarios dedican su tiempo de trabajo o de ocio a la animación de la vida deportiva, desempeñando un papel fundamental de educación y de inserción social en un momento en que las sociedades sufren importantes problemas de cohesión social y de identidad cultural.
Además, el Consejo Europeo de Niza de diciembre de 2000, aprobó un anexo IV específico sobre el deporte en el que se insta a la instituciones a reconocer las característica específicas del deporte y a tener en cuenta su función social a la hora de aplicar las políticas comunes.
En este contexto, las regiones trasnfronterizas de la Unión Europea son conscientes de que la igualdad entre todas y cada una de las regiones debe ser una meta común de la sociedad europea y que es a través del deporte como se fomenta el contacto directo entre las personas en igualdad de condiciones y objetivos comunes. Es por ello que hemos impulsado verdaderas euroredes deportivas con el objeto de superar las barreras administrativas, físicas y, sobre todo mentales, derivadas de las antiguas fronteras.
Siendo conscientes de la importancia que tiene la creación de un adecuado estado de opinión al respecto, las instituciones y personas integrantes de la Eurored del Deporte.